1955: Golpe contra Perón / 1976: Noche de los lápices

16 de septiembre de 1955: Golpe contra Perón

 

En Junio del 55 se producen los bombardeos a la Plaza de Mayo, la Casa de Gobierno y otros sitios dejando cientos de muertos, pero sin lograr el objetivo principal: asesinar a Perón o derrocar a su gobierno. Como no se castiga de manera ejemplar a los alzados, ya que Perón busca la pacificación y la conciliación nacional, los conspiradores interpretan el gesto como muestra de debilidad y deciden golpear 3 meses después. El 16 de Septiembre se alza el General Eduardo Lonardi en Córdoba, el General Aramburu intenta hacer lo mismo en la guarnición de Curuzú Cuatiá y la Marina se subleva en sus bases de Puerto Belgrano y Río Santiago.

 

 

El 18 los golpistas están desesperados: Río Santiago ha sido tomado por fuerzas leales al gobierno, Aramburu ha fracasado y se ha dado a la fuga, Lonardi sólo controla el metro cuadrado que pisa. Desde Santiago del Estero avanzan sobre Córdoba, tropas al mando de los Generales Iñiguez y Morelos. En Avellaneda el dirigente metalúrgico Armando Cabo ha armado una flota de 70 camiones cargados de obreros para marchar hacia Córdoba. A las puertas de diversos cuarteles se dan cita nutridos grupos de militantes peronistas reclamando armas para salir a pelear. La mayor parte de las fuerzas del Ejército y la Aeronáutica son leales al gobierno.

 

 

Sólo la Marina permanece insubordinada, y, al mando del Almirante Isaac Rojas, luego de cañonear Mar del Plata, donde muere mucha gente, amenaza con hacer saltar por los aires la destilería de petróleo de la Ciudad Eva Perón (hoy La Plata) y la destilería de Dock Sud, pegada a la Capital Federal. La Marina de guerra cuyo poder de fuego fue desmantelado luego de la asonada de Junio, es pertrechada y abastecida de combustible y alimentos por los ingleses desde sus bases de las Islas Malvinas. Incluso W. Churchill dirá de la caída del gobierno Justicialista: “Es la alegría más grande después de haber ganado la 2º Guerra Mundial”.

Perón sabe que los marinos son capaces de todo y lo que sigue es la guerra civil con sus nefastas consecuencias. Impresionado por las imágenes de la Guerra Civil española, que vió de cerca y todavía fresco el horror de la 2º Guerra Mundial, cuyo saldo es 55 millones de muertos y el espanto de los campos de exterminio, decide presentar su renuncia como prenda de paz. Cree que así le ahorrará sangre al pueblo. Ante la sorpresa y la bronca de la población, el gobierno cae, sin dar batalla.

 

¿Quiénes son los golpistas?

Lo más rancio de la oligarquía argentina, que ligada a la tierra, quiere que el país retroceda en el tiempo hasta las épocas en que éramos una “colonia” del Imperialismo inglés al que abastecíamos de materias primas y le comprábamos productos industriales. Junto con ella se alinean todas las fuerzas políticas que habían sido derrotadas por el peronismo en elecciones limpias y libres, cuando se habían unido en la execrable Unión Democrática: Radicales, Comunistas, Socialistas, Conservadores. Estos partidos, al margen de su predica popular representaban a gran parte de los sectores medios y veían como una amenaza el bienestar de los de abajo. Eran el “medio pelo” y en vez de ponerse del lado del pueblo, se alinearon con el antipueblo. Boludos y alcahuetes hubo siempre. Moviendo los hilos de los títeres vendepatria, estaban los imperialismos yanqui e inglés.

 

 

¿Por qué era peligroso el peronismo en el gobierno?

Al asumir el primer gobierno Justicialista, en el 45, el país era prácticamente una colonia inglesa, aunque los yanquis también se llevaban su parte. Los trabajadores carecían de los derechos elementales, los servicios estaban en manos extranjeras, no había derecho a la salud, a la educación, la vivienda, etc. En 10 años de gobierno la situación cambio admirablemente. Se liquida la deuda externa, se nacionaliza la banca y losservicios telefónicos, la explotación de gas y petróleo, los servicios ferroviarios, las usinas eléctricas. Se crea el ministerio de salud y aumenta en 50 veces el presupuesto destinado a la política sanitaria. Se crea la fábrica de medicamentos, que abastece gratuitamente a todos los hospitales, se inauguran 10 centros sanitarios. Se triplica la cantidad de camas asistenciales en los hospitales. El país se industrializa; mientras antes no se fabricaba ni un alfiler, luego se producirán en serie desde automóviles, camionetas, tractores y maquinaria agrícola, hasta locomotoras diesel enteramente diseñadas en el país. También se fabrican aviones, siendo la joya el Pulqui II, un avión a chorro que era de los más veloces de la época (solamente 6 países fabricaban sus propios aviones a chorro). Se crea una poderosa flota de ultramar. El agro se desarrolla en toda su potencia y se expropian grandes latifundios que se reparten a las cooperativas agrarias. Se nacionalizan los puertos. Se crea la Planta Nacional de energía atómica, lográndose la reacción termonuclear controlada. Se crea el Ministerio de Educación. Se quintuplica el presupuesto para Educación. Se anulan los aranceles universitarios y se hace obligatoria la enseñanza primaria. La universidad se llena de hijos de obreros. Se construyen más escuelas que en todo el resto de la Historia Argentina: 8.000 establecimientos. Se establecen las pensiones a la vejez y la invalidez, se establecen los Derechos del Trabajador: salarios dignos, obra social, vacaciones, aguinaldo, etc. Se da empleo a los por entonces 800.000 desocupados. Se crea la central obreraúnica, que nuclea a 6.000.000 de trabajadores. La participación de los trabajadores en la renta nacional llega a superar el 50%. Se construyen barrios enteros destinados para los trabajadores, que antes se hacinaban en ranchos y conventillos. La lista sigue; el 1º Plan quinquenal constaba de 76.000 obras; si se le dedicará sólo un minuto a cada una de ellas, eso llevaría más de mil doscientas horas.

 

 

Contra ése país se alzaron los golpistas. Una vez derrocado el peronismo comenzará otra historia, que se arrastra hasta nuestros días. Comienza con el Plan Prebish. La desindustrialización, la venta fraudulenta del patrimonio nacional, el aumento drástico del desempleo al cerrar millares de establecimientos fabriles, la deuda externa impagable e ilegitima. La Argentina solicita integrarse al Fondo Monetario Internacional. En definitiva se vuelve a la condición de país dependiente y el deterioro del pueblo se da en toda la línea. Para llevar adelante su plan de hambre y entrega, la dictadura militar debe reprimir a los trabajadores y prohibir al peronismo. Las atrocidades realizadas contra el pueblo durante los 18 años que dura la Resistencia Peronista son la antesala de la represión sistemática llevada a cabo por la ultima dictadura militar y que dejará el saldo de 30.000 desaparecidos, miles de presos, exiliados, etc. A su vez esta sangría es lo que permite aplicar el modelo neoliberal en la década del 90.

 

Volviendo al 55, lo que había ocurrido era que el frente de clases que posibilitó la existencia del peronismo estaba hecho añicos. Sólo los trabajadores eran el sostén del gobierno, con lo que el país estaba dividido en sectores irreconciliables. Esto Evita lo supo predecir y por eso compró armas para los obreros a los que pidió que rodearan a Perón y no lo abandonarán. Había que profundizar la revolución peronista hasta las últimas consecuencias o abandonar el escenario. Perón entre la sangre y el tiempo opta por éste último. Comentará tiempo después: “Nuestros enemigos no nos han derrocado y mucho menos, derrotado, sino que hemos caído víctimas de nuestras debilidades internas. O con mayor rigor, de nuestras defecciones, de nuestro aburguesamiento. Yo vi claro que debíamos reconstruir el movimiento pero con otra tónica, con otra moral” La experiencia del peronismo, tanto de su surgimiento, su etapa al frente del estado, la Resistencia, sus intentos por borrarlo de la faz de la tierra, la gloriosa lucha de los 70, las traiciones, la situación actual, dejan inmensas enseñanzas al pueblo: que las revoluciones y las grandes transformaciones no se proclaman, se conquistan y luego se defienden hasta las últimas consecuencias; que los sectores populares, integrados mayoritariamente por los trabajadores, quienes producen la riqueza de la nación y soportan sobre sus lomos la carga de la dependencia, deben aliarse con otros sectores nacionales para llevar adelante la liberación nacional, (ya que la contradicción principal de nuestro país es patria o colonia) pero liderando ese proceso. Sólo así la liberación será posible, ya que los sectores medios a la hora de la verdad, tienen conductas erráticas, que conducen al fracaso, no se la juegan a fondo, porque tienen retaguardia y pueden negociar. En cambio el pueblo se juega a todo o nada. Cada grupo defiende sus intereses y sólo el pueblo salvará al pueblo.


Es por eso que el homenaje a tantos compañeros caídos se realiza continuando la misma lucha, sin arriar nuestras banderas de soberanía política, independencia económica y justicia social. Sabemos que la única actitud eficaz es no abandonar la lucha, y hoy como ayer, a la fuerza brutal de la antipatria opondremos la fuerza popular organizada. El destino de vivir en un país mejor, por el que tantos peronistas dieron la vida, se cumplirá inexorablemente, caiga quien caiga y cueste lo que cueste. Viva la patria, unidos y organizados triunfaremos, ¡Viva Perón Carajo! ¡No Nos Han Vencido!

 

 

16 de septiembre de 1976: Noche de los lápices

 

El 16 de septiembre de 1976 diez estudiantes secundarios de entre 14 y 17  de la Escuela Normal Nº 3 de la Plata fueron secuestrados tras participar en una campaña por el boleto estudiantil.

 


El operativo fue realizado por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejercito y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps.
“Noche de los Lápices” se llamó a aquel día en el que la represión de la última dictadura cívico-militar llegó hasta los estudiantes secundarios.


Pero nosotros queremos recordar a nuestros compañeros nucleados en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) con esa alegría que caracterizó su lucha por una Patria más Justa.


La UES nace bajo la presidencia de Juan Perón en 1953 con el fin de aglutinar a jóvenes estudiantes de todo el país en actividades recreativas y deportivas. La Revolución Fusiladora de 1955 interviene la institución y la destruye. Es en el año 1973 cuando se realiza la refundación de la Unión de Estudiantes Secundarios como un ámbito que nuclea a todos los estudiantes secundarios que se referenciaron y levantaron las banderas del Peronismo combativo y revolucionario. La ley de Boleto Estudiantil fue una de sus grandes luchas, pero tan solo era la una de las tantas reivindicaciones estudiantiles que se llevaron adelante mediante la lucha política. La UES representó a los sectores adolescentes que militaron día a día por la Patria Justa, Libre y Soberana. Cientos de miles fueron los que conformaron la UES a lo largo y ancho del país que llevaron adelante las demandas por una educación pública inclusiva, popular y socialmente igualitaria.

 

 

"Palo, palo, palo, palo bonito, palo é


/ e, e, e /


viva Perón viva la UES"

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